Jesús de la Calzada se proclama vencedor del Circuito de Novilladas de Castilla y León
Tordesillas ha acogido la final de la III edición del certamen que organizan la Fundación Toro de Lidia y la Junta de Castilla y León
El novillero salmantino Jesús de la Calzada se ha alzado este domingo con el trofeo del Circuito de Novilladas de Castilla y León. El aspirante a torero se batió el cobre con su compañero de la Escuela Taurina de Salamanca, Ismael Martín. Ambos se midieron en la final ante novillos de las ganaderías de José Cruz y José Enrique Fraile de Valdefresno, y ambos cortaron una oreja a cada uno de sus novillos.
El ya ganador, Jesús de la Calzada, tuvo como primero de su lote a un buen y bravo novillo de José Cruz que persiguió la faena con celo durante todo el tercio de muerte. Lo esperó a porta gayola de espaldas y lo recibió con dos largas cambiadas. Inició también de hinojos la faena de muleta, cambiando la mano y clavado en el sitio. Dejó una templadísima tanda con la mano derecha, casi rompiéndose la muñeca; y la siguiente, con el compás abierto, arrastrando la muleta por el albero.
Lo aguantó en una serie de rodillas y, al natural, dejó una templada tanda con la mano muy baja. Finalizó la faena como la inició: con las rodillas clavadas en la arena de Tordesillas, y mató al novillo de José Cruz de una estocada entera. Le cortó una oreja, aunque el público reclamó una fuerte petición de la segunda que, finalmente, no fue concedida por el presidente del festejo.
Para cerrar plaza, se las vio con un novillo de Valdefresno con el que inició la faena rodilla en tierra, siguiendo después con templados muletazos. Con la mano derecha y el compás abierto, dejó ver muletazos de trazo largo. Y a pies juntos y con un toreo vertical, dejó arrastrar la muleta al natural, mientras llevaba al novillo de la ganadería charra. Puso sobre el albero tordesillano mucho temple y gusto y dejó ver un larguísimo y emocionante derechazo que fue perseguido con humillación y codicia por el novillo.
Jesús de la Calzada demostró durante toda la tarde su entrega, sus ganas y su hambre de ser torero. Se pegó un arrimón con ambos novillos y no pudo contener la emoción cuando del altavoz salió su nombre tras las palabras «el triunfador del Circuito de Novilladas de Castilla y León es…»
Su rival en el ruedo, Ismael Martín, abrió plaza con «Campanero», un ejemplar de J. E. Fraile de Valdefresno al que supo llevar muy bien a la verónica y donde el novillo embistió con ambos pitones. Fue el propio novillero quien puso los tres pares de banderillas y, para iniciar la faena de muleta, lo llevó de la raya a los medios, cambiando la mano con mucho empaque. El novillo tenía la cara a media altura y así dejó el novillero sendas tandas con la mano derecha y al natural. Si bien, por la izquierda, terminó arrastrando los vuelos de la muleta. Una estocada contundente fue el broche a la oficiosa faena a un novillo que terminó por morir en las tablas.
Menos fácil lo tuvo con el segundo que le tocó en suerte, «Ordinario II», un ejemplar que no fue tan encastado como su hermano y al que le faltó fondo y perdió la movilidad tras las dos primeras tandas. Al novillero no le quedó otra que entrar en los terrenos del novillo y tratar de arrancarle las embestidas que ya no tenía.
Ficha del festejo
Ismael Martín: oreja y oreja.
Jesús de la Calzada: oreja y oreja (con fuerte petición de segunda en ambas).
Fotos Carmen Toro