La devoción a San Agustín reúne a los toresanos en el día de su fiesta
El párroco Jesús Campos-Santiago anima a los asistentes a la misa a recuperar valores y a trabajar de forma unida y solidaria para construir un futuro
Como cada 28 de agosto, el titular de las Ferias y Fiestas de la ciudad de Toro, San Agustín, ha presidido con su imagen, ubicada en el Altar Mayor de la iglesia de San Julián de los Caballeros, la celebración de la misa en su honor, en la que se han reunido numerosos toresanos, así como autoridades locales, como el alcalde de la ciudad, Tomás del Bien, y concejales de los diferentes grupos en el Ayuntamiento. Además, en la Eucaristía ha participado también el Coro La Mayor, dirigido por el toresano José Manuel Chillón.
El párroco local Jesús Campos-Santiago ofició la misa y en su homilía recordó la importancia de valores como el respeto y la solidaridad. Comenzó haciendo constar algo evidente, como era el hecho de que, tras dos años ya de pandemia, «todos teníamos ganas de fiesta, ganas de volver a la normalidad«, una normalidad que, según comentó, «nos hace vivir con confianza».
A partir de la figura de San Agustín, quien «se acercó al deseo de encontrar la verdad y la encontró en Jesús«, lo que resultó ser, además, «lo que su madre deseaba para él», Campos-Santiago recordó a los presentes que «en aquello a lo que nos acercamos parece estar la opción de nuestra vida».
Resaltó que la primera lectura del oficio religioso «habla de la humildad, de la sencillez, de pasar por la vida sin hacer ruido, pero transformándola«, y añadió que «en ese sentido trata también el Evangelio, y también en la actitud de servir». Precisó, además, que San Agustín pide que, cuando se vaya a la Iglesia, «se escuche y después se lleve a la práctica lo escuchado«.
El párroco incidió en que «notamos vacíos, notamos ausencias, no sólo de personas, sino también de colectivos», de modo que «la sociedad tendrá que ponerse a trabajar para tener un futuro». Y es que, según sus palabras, «no se puede vivir del pasado, ni siquiera sólo del presente«, y destacó que «el futuro se construye apostando por valores«, ya que «el pasado se convierte en ruinas y el presente pasa». Por este motivo, exhortó a los presentes a construir unidos ese futuro, «los toresanos tenemos que mirar hacia el horizonte con perspectiva de colectividad, aunque sin perder de vista el pasado», y solicitó también que «seamos creativos, constructivos, y lo hagamos de manera solidaria«.
Para finalizar su homilía, Campos-Santiago afirmó que debemos «construir lo que estamos llamados a ser» y pidió que «no nos falten los valores que nos hacen ser lo que somos, personas».
Fotos Marisol Cámara