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Palabras con sabor a vino de Toro

Beatriz Fernández ofrece un pregón lleno de recuerdos personales, pero también de reivindicaciones sobre cuestiones como la igualdad o la necesidad de más ayudas para el medio rural

La Fiesta de la Vendimia de Toro, declarada de Interés Turístico Regional, se ha vuelto a vivir este año con la normalidad deseada, también añorada, y así, ha tenido su apertura acostumbrada con el pregón oficial, que este año ha ofrecido la presidenta de la Ruta del Vino de Toro, y también gerente de la Bodega Liberalia, Beatriz Fernández Pujo.

El teatro Latorre de la ciudad toresana acogió el acto de apertura oficial de la Vendimia, donde Beatriz Fernández concitó a un numeroso público que llenó el aforo del recinto. En su discurso, ofrecido al público con la naturalidad y simpatía que caracterizan a esta bodeguera, dejó recuerdos personales junto a comentarios serios y técnicos, salpicados de anécdotas divertidas, también con pinceladas claras, precisas, sentidas, no sólo sobre cuestiones vitivinícolas, sino también sobre su vida, la situación de la mujer o la reivindicación de cuestiones importantes y necesarias, como la igualdad, el cuidado y mantenimiento de las viñas, la defensa del vino como alimento o la solicitud de más ayudas para el medio rural, así como para la Sierra de la Culebra.

Fernández quiso comenzar su pregón bebiendo un poquito para aclarar la garganta. Hasta aquí, algo habitual. Pero, fiel a su compromiso con el vino y todo lo que conforma este apasionante mundo, ella compartió con el público asistente la primera de las notas distintivas de su discurso: «me vais a permitir que, en lugar de agua, beba vino de Toro para entonar mi voz en este pregón», y así, inició su discurso, no con palabras, sino con un significativo gesto.

Reconoció Fernández el «honor» que suponía para ella haber sido elegida como pregonera de «una de las fiestas más esperadas del año» y, a continuación, desvelaba otro rasgo diferenciador de su puesta en escena, y es que reveló que la música que había sonado mientras el público entraba en el teatro era, precisamente, la obra «Alguna vez soñé en Liberalia«, escrita por el compositor toresano David Rivas, y apadrinada en su estreno, en el mismo Latorre, por el maestro, también toresano, Jesús López Cobos.

Recordó con cariño también que, de algún modo, heredaba la condición, no sólo de la gestión de la Bodega Familiar Liberalia, sino también de pregonera, puesto que su padre, Juan Antonio Fernández, había ofrecido el discurso inaugural de la Vendimia hace ya once años. Y unido a ello, rememoró también a sus bisabuelos, Leandro y Perfecta, quienes «inculcaron» a su padre «la pasión por este divertido mundo», entre otras cosas, con un hábito curioso, el de dejarle probar el vino cuando era pequeño y bajaba con ellos a las bodegas subterráneas en El Pego, del mismo modo que su abuela y su padre hicieron con ella cuando era tan sólo una niña; eso sí, en ambos casos, tan sólo se les permitía «mojarse los labios«… De algún modo, Fernández considera que «aquella experiencia, de una forma u otra, me trajo hasta aquí».

Aunque destacó que «otra culpable» fue su madre, Martine, quien «desde muy pequeña me enseñó que para conseguir algo hay que trabajar«, puesto que «nada ni nadie puede diseñar tu destino más que tú mismo», y es que «en la vida todo se consigue con esfuerzo; esfuerzo que siempre tiene recompensa». Y como detalle, lleno de emoción, confesó que «haciendo gala de esos valores que Juan Antonio y Martine me inculcaron, y gracias a ellos, hoy soy la mujer que soy«.

Beatriz Fernández durante su pregón. Foto Marisol Cámara

Beatriz Fernández es una mujer valiente, decidida, inquieta, emprendedora, que dirige su bodega familiar, Bodega Liberalia, donde cuenta con «una pequeña gran familia» conformada por sus compañeros. Es una mujer que se desenvuelve y trabaja «en un mundo eminentemente masculino«, en el que, pese a que «hay que romper aún muchos tabúes«, siente que «he encontrado mi espacio», manteniendo «las ganas de hacer lo que me apasiona». Y es que, añadió, «la pasión y el trabajo tiran por tierra todos los prejuicios y los tópicos«, por lo que, finalmente, «de nada han servido los palos en las ruedas del carro, que este carro ha seguido andando».

Toresana de adopción, decidió «apostar por esta tierra y por sus gentes […] y por el potencial que aquí tenemos». Esto influyó notablemente en su decisión de aceptar la propuesta del presidente de la Denominación de Origen Toro, Felipe Nalda, para ponerse al frente de la Ruta del Vino de Toro.

Como bodeguera y viticultora, precisó que la Vendimia «es una época especialmente clave», puesto que «nos jugamos muchísimo, nuestro patrimonio vegetal, la viña, que tanto cuidamos, mimamos y amamos», una viña que «nos permite crear vinos diferentes, singulares, en los que se plasman las múltiples personalidades de viticultores, bodegueros, enólogos…» Por este motivo, defendió que «hoy está en nuestra mano mantener» esta viña, «ancestral en muchos casos».

Se refirió a este patrimonio vegetal como algo «rodeado de historia, cultura y arte«, elementos a los que añadió «la música, el folclore y la gastronomía«, que «maridan de manera perfecta con los anteriores y configuran una huella imborrable, la huella del Vino de Toro». Para Fernández, estos seis elementos suponen unos «pilares» que «forman parte indispensable de la D.O. Toro y del enoturismo».

Defendió, además del legado que han dejado los viticultores y bodegueros «que ya no están», la implementación de las nuevas tendencias, así como «aprender de ellas y aprovecharlas», y mencionó «las redes sociales, las tiendas online, los blogs de opinión», que «ahora son una ventana que nos hace estar más cerca de todo y de todos», incidiendo en que «el alcance de estas nuevas formas de comunicación es imparable», al mismo tiempo que «cada vez nos enfrentamos a un público más exigente y especializado». Y unido a esta reflexión, también aseguró que «tenemos que hacer el mundo del vino más sencillo y atractivo para el público más joven«, para que así «entiendan el vino como lo que es, un alimento, saludable con mesura» y que «crea grandes experiencias únicas alrededor de él».

Por otra parte, aprovechó el atril para pedir «encarecidamente» que «no podemos seguir llamando caldos a los vinos«, y es que, como afirmó con cierta ironía, «los vinos no se elaboran con «Starlux», sino con uvas».

Su voz se volvió reivindicativa también para «solicitar a quien corresponda más ayudas al medio rural«, de forma que así se consiga que «pueda haber más gente que vuelva a los pueblos o que no se tenga que ir», para lo que es necesario que haya «calidad de vida y trabajo, ayudas a las mujeres, a los jóvenes y a las pequeñas empresas, a los autónomos, viticultores…«. En concreto, para estos últimos, «ayudas para la investigación de productos que puedan ayudarnos a acabar con la yesca, la cual en pocos años va a poner en jaque al panorama vitivinícola». Y en este momento de su discurso, alzó la voz también para solicitar, «por supuesto, ayudas para la Sierra de la Culebra, que ha sido la gran damnificada por los graves incendios de este verano«.

Y tras animar a los toresanos y a los visitantes a disfrutar plenamente de la Fiesta de la Vendimia, concluyó su pregón con una recomendación muy particular… «bebed vino de Toro, porque una bonita historia nunca comenzó con una ensalada».

Beatriz Fernández ofreció un pregón lleno de recuerdos y reivindicaciones. Foto Marisol Cámara

Cosecha generosa

Por su parte, el presidente del Consejo Regulador de la D.O. Toro, Felipe Nalda, comenzó con un reconocimiento a viticultores y bodegueros, quienes «son los auténticos protagonistas de esta celebración», ya que «gracias a ellos la calidad de la D.O. Toro es apreciada, y cada vez más, por todos los rincones del mundo». Una calidad que, como indicó, viene determinada por las peculiaridades de esta zona, como los suelos, el clima, la variedad autóctona y principal, la Tinta de Toro, y el resto de variedades de esta Denominación.

Señaló que la cosecha de este año se recordará por los factores que «la han hecho bastante peculiar», y que son una climatología adversa por la escasez de lluvias, pedrisco en una privamera poco convencional y la sucesión de olas de calor sufridas a lo largo de este verano. No obstante, si todo esto hacía pensar en que habría una «merma considerable» en la cantidad de fruto recogido, la realidad ha sido que «una vez más, y de una forma numantina, con su resistencia nos han sorprendido y nos han propiciado una cosecha de uva sana, generosa en calidad y en cantidad«.

Precisó Nalda que tan sólo ocho de las 63 bodegas habían concluido la vendimia, y añadió que, de momento, se han recogido 21.153.450 kilos de uva tinta y 1.674.523 kilos de uva blanca.

Por otro lado, recordó que este año se cumplen 35 años desde que se produjo el reconocimiento oficial de la Denominación de Origen Toro, y reconoció «el trabajo y tesón de unos pocos», lo que hizo que la D.O. Toro «dejara de ser un proyecto y un sueño para pasar a ser una realidad».

Una Denominación que durante este año ha realizado «un gran esfuerzo de carácter promocional» acudiendo a eventos y realizando acciones para dar a conocer los vinos de Toro, siguiendo una estrategia de promoción tanto nacional como internacional.

Vino de Toro, el «mejor embajador» de la ciudad

El alcalde de Toro, Tomás del Bien, inició su alocución con la alabanza del trabajo «de todas las personas que a lo largo del año se dejan la piel y su tiempo en hacer del vino de Toro uno de los vinos de Castilla y León más importantes, más afamados, fuera de nuestras fronteras». Y es que, insistió, «el mejor embajador de Toro tiene forma de botella, cuerpo de vidrio y lleva en millones de etiquetas el nombre de nuestra ciudad, y enseña al mundo las bonanzas de nuestros cultivos y de nuestros vinos».

En cuanto a la Fiesta de la Vendimia, aseguró que este año celebramos «como merece, creo que la que ya es por méritos propios la fiesta más multitudinaria que tenemos en nuestra ciudad».

Brindis por la nueva cosecha

Para concluir el evento inaugural de la Fiesta de la Vendimia se procedió a realizar el tradicional brindis con vino de Toro por la nueva cosecha. Junto a la pregonera, Beatriz Fernández, el alcalde de Toro, Tomás del Bien, y el presidente de la D.O. Toro, Felipe Nalda, brindaron el subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco Requejo, y la concejal de Fiestas, Sara Pérez.

Finalmente, y justo tras el acto del pregón, tuvo lugar en el teatro Latorre el primero de los conciertos del Festival Zaranda Folk, a cargo del músico Nacho Prada.

Fotos Marisol Cámara

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