De año en añoDestacadosNos vamos de fiestaRecomendadosTe interesa

Renovada devoción a la Virgen del Canto

Toresanos y vecinos de su Alfoz, vestidos a la antigua usanza, desfilan en comitiva hasta la ermita de su patrona, donde realizan la ofrenda floral y asisten a la Eucaristía de la fiesta

Las galas por la Virgen del Canto, patrona de Toro y de su Alfoz, han vuelto a llenar las calles de la localidad toresana de color, de alegría, de tradición. Tras los dos últimos años, en los que esta fiesta se tuvo que mantener reducida al oficio religioso en la ermita del Canto, por fin este año el bullicio, las flores y los recuerdos han regresado en todo su esplendor. Y es que, de nuevo, la Cofradía y la Corte de la Virgen del Canto han podido organizar los actos propios del día de su festividad.

Cerca del mediodía autoridades, vecinos de la ciudad, los integrantes de la Cofradía y la Corte de la Virgen del Canto y la Banda de Música La Lira partían desde la Plaza Mayor, en un desfile que ya se había hecho esperar dos años, para atravesar las calles y llegar así hasta la ermita de la patrona de Toro y su Alfoz. Los hombres vestían traje, en muchos de los casos acompañado de la capa española y de sombrero, aunque también los había con traje tradicional, y las mujeres, siempre con una mayor libertad y variedad en su vestimenta, lucían vestido de fiesta y mantilla española, preferentemente blanca, aunque también se adornaron con mantón de Manila, o bien diferentes trajes tradicionales de la zona, entre los que destacaban, como es habitual, los trajes de Labradora y de Viuda Rica, trajes con sus manteos, jubones y mantillas tan ricamente bordados que siempre compiten en belleza y colorido con los magníficos ramos de flores que los toresanos llevan para ofrecer a su Virgen, a la que profesan y demuestran una gran devoción.

A su llegada a la ermita, los toresanos y los vecinos de los pueblos de su Alfoz fueron pasando por la puerta trasera del camarín de la Virgen del Canto para cumplir con la tradición, recuperada este año, de la ofrenda floral a la venerada imagen mariana, de modo que hacían entrega de los ramos a miembros de la Cofradía y la Corte de la Virgen del Canto, quienes se encargaban, según la costumbre, de colocar todas las flores tras la Virgen, dejándola completamente adornada para la Misa Solemne de la festividad.

Así, una vez dentro de la ermita, dio comienzo la Eucaristía, concelebrada por varios sacerdotes de la zona y presidida por el párroco local Juanjo Carbajo, quien, como suele acontecer cada 8 de septiembre, dedicó parte de su homilía a recordar que se trata de la fiesta de la Virgen del Canto, pero que, de forma general y al margen de las diversas denominaciones marianas, la Iglesia lo que celebra es el día de la natividad de la Virgen María, esto es, el cumpleaños de la Virgen.

Fotos Daniel Cámara y Marisol Cámara

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba