El Cristo de las Batallas vuelve a mirar de frente a Toro
La festividad del patrón de la localidad vuelve a celebrarse en las inmediaciones de la pradera del Cristo y su ermita tras dos años de parón obligado
El Lunes de Pentecostés tiene un significado especial en Toro. Este 2022, más si cabe. Y es que, 50 días después de la Resurrección de Cristo, la Ciudad de las Leyes celebra la festividad de su patrón, el Cristo de las Batallas.
Este año, tras dos en los que no había podido celebrarse debido a la pandemia provocada por la COVID-19, los toresanos han podido volver a acercarse hasta la ermita que guarda la talla de su patrón para venerarlo.
Y el Santísimo Cristo de las Batallas, patrón de Toro y su alfoz, no solo ha podido volver a recibir las visitas de sus fieles y devotos, sino que, también, a hombros de los hermanos de la Cofradía del Cristo, ha vuelto a salir en procesión desde la ermita de Santa María de la Vega para circunvalar la pradera a la que el Crucificado da nombre y bendecir los campos toresanos para que, un año más, sean fértiles en uvas, pimientos, melocotones y otras frutas y verduras de la huerta toresana.
La jornada del lunes comenzaba con la tradicional misa de las 8.00 horas, a la que siguieron diferentes eucaristías que se celebraron cada media hora hasta las 12.00 horas, hora a la que tuvo lugar la Misa Mayor de la festividad.
Más tarde, a las 18.30 horas, las campanas de la ermita que preside la vega toresana, regada por el Duero, repicaron con alborozo para anunciar que el Cristo de las Batallas y la Virgen de la Guía volvían a salir a «pasear» bajo la atenta mirada de las gentes de Toro y de la ciudad que, desde lo alto de su atalaya, con la Colegiata de Santa María la Mayor presidiendo la estampa, rezumaba alegría porque el Cristo de las Batallas estaba otra vez protagonizando su festividad.
Fin de semana festivo
Pero la pradera y el propio Cristo no solo recibieron «peregrinos» durante la jornada de la festividad y su romería, sino que, durante todo el fin de semana, fueron numerosos los toresanos y visitantes que bajaron hasta este pedazo de campo toresano para visitar la ermita y al Cristo de las Batallas, para pasear por los alrededores, para acudir a las vísperas, que tuvieron lugar en la tarde del domingo, o para escuchar los conciertos de los grupos «Rumbeuros» y «Likimbá«, que pudieron disfrutarse, respectivamente, en la tarde del domingo y al mediodía del lunes.
Y, una vez más, la ciudad de Toro y su campo vuelven a estar bendecidos por el Cristo de las Batallas, su santo patrón, hasta que el próximo Lunes de Pentecostés vuelvan a reencontrarse.
Fotos Daniel Cámara y Marisol Cámara